domingo, 29 de mayo de 2011

15 M: EL PELIGRO CIUDADANISTA


Transcribo literalmente el artículo del antropólogo Manuel Delgado. La indignación de la jubilada que aparece en el video es más que evidente...



"Todo el mundo parece interesado en esclarecer qué tipo de fenómeno se está produciendo estos días en las ciudades españolas, en plazas como estas, en las que personas como nosotros expresamos nuestro descontento ante la situación que padecemos. Me gustaría profundamente decir y creer que estamos ante un movimiento cuya característica principal, y la fuente de la inquietud que parece generar, tiene que ver con la dificultad a la hora de someterlo a una tipificación clara, resultado de su renuncia a los principios de identidad e identificación propios de un sistema que exige que sus interlocutores se presenten siempre como instancias orgánicas inconfundibles con las que se posible negociar. Un poco, si se me permite, a la manera de aquella canción de La Polla Records que seguro que muchos conocéis: “¡No somos nada! / ¡No somos nada! / Quieres identificarnos, tienes un problema”. Pero eso es lo que me gustaría pensar y decir, pero no estoy seguro de poder hacerlo sin sentir que estoy haciéndoos una concesión injusta, cuyo objetivo sería sólo el de obtener vuestro aplauso.
En realidad, lo que pienso –y temo– es que esta movilización se pueda homologar como un episodio más de lo que podríamos llamar el movimientismo ciudadanista. El ciudadanismo es la ideología que ha venido a administrar y atemperar los restos del izquierdismo de clase media, pero también de buena parte de lo que ha sobrevivido del movimiento obrero. El ciudadanismo se concreta en un conjunto de movimientos de reforma ética del capitalismo, que aspiran a aliviar sus efectos mediante una agudización de los valores democráticos abstractos y un aumento en las competencias estatales que la hagan posible, entendiendo de algún modo que la explotación, la exclusión y el abuso no son factores estructurantes, sino meros accidentes o contingencias de un sistema de dominación al que se cree posible mejorar moralmente. El ciudadanismo no impugna el capitalismo, sino sus “excesos” y su carencia de escrúpulos,
El ciudadanismo suele concretarse en movilizaciones masivas destinadas a denunciar determinadas situaciones consideradas injustas, pero sobre todo inmorales, y lo hace proponiendo estructuras de acción y organización lábiles, basadas en sentimientos colectivos mucho más que en ideas, con un énfasis especial en la dimensión performativa y con frecuencia “artística” o festiva. Prescindiendo de cualquier referencia a la clase social como criterio clasificatorio, remite en todo momento a un difusa ecumene de individuos a los que unen no sus intereses, sino sus juicios morales de condena o aprobación.
Los movimientos sociales ciudadanistas no dejan de ser revitalizaciones del viejo humanismo subjetivista, pero aportan como relativa novedad su predilección un circunstancialismo militante, ejercido por individuos o colectivos que se reúnen y actúan al servicio de causas muy concretas, en momentos puntuales y en escenarios específicos, renunciando a toda organicidad o estructuración duraderas, a toda adscripción doctrinal clara y a cualquier cosa que se parezca a un proyecto de transformación o emancipación social que vaya más allá de un vitalismo más bien borroso, acuerdo de heterogeneidades inconmensurables que, no obstante, asumen articulaciones cooperativas momentáneas en aras a la consecución de objetivos compartidos.
Esas formas de movilización prefieren modalidades no convencionales y espontáneas de activismo, protagonizadas por individuos conscientes y motivados, pero desafiliados, que viven la ilusión de que han podido escapar por unos momentos de sus raíces estructurales, desvinculados de las instituciones, que renuncian o reniegan de cualquier cosa que se parezca a un encuadramiento organizativo o doctrinal,  que proceden y regresan luego a una especie de nada aestructuda y que se prestan por unos días u horas como elementos primarios de uniones volátiles, pero potentes, basadas en una mezcla efervescente de emoción, impaciencia y convicción, sin banderas, sin himnos, sin líderes, sin centro, movilizaciones alternativas sin alternativas que se fundan en principios abstractos de índole esencialmente moral y para las que la conceptualización de lo colectivo es complicada, cuando no imposible.
No sé si será casual que una de las figuras predilectas para ese individualismo comunitarista o de ese comunitarismo individualista, basado en la sintonía sobrevenida entre sujetos, sea la de la red. Entonces uno piensa en las virtudes de internet y las formas de sociabilidad que propicia, paradigma de relación reticular, paraíso donde se ha podido hacer palpable por fin la utopía de una sociedad de individuos desanclados y sin cuerpo, en un universo de instantaneidades, una solidaridad empática basada en el diálogo y el acuerdo sincrónico entre personas individuales con un alto nivel de exigencia ética consigo mismas y con el mundo. 
Entre otros efectos, este tipo de concepciones de la acción política al margen de la política se traduce en la institucionalización de la asamblea como instrumento por antonomasia de y para los acuerdos entre individuos que no aceptan ser representados por nada ni por nadie. Esta forma radical de parlamentarismo se conforma como órgano inorgánico cuyos componentes  se pasan el tiempo negociando y discutiendo entre sí, pero que tienen graves dificultades con negociar o discutir con cualquier instancia exterior, porque en realidad no tienen nada que ofrecer que no sea su autenticidad comunitaria y que es más intralocutora que interlocutora.
            El activismo de este tipo de movimientos se expresa de modo análogo: generación de pequeñas o grandes burbujas de lucidez e impaciencia colectivas, que operan como espasmos en relación y contra determinadas circunstancias consideradas inaceptables, iniciativas de apropiación del espacio público que pueden ser especialmente espectaculares, que ponen el acento en la creatividad y que toman prestados elementos procedentes de la fiesta popular o de la performance artística. Se trata, por tanto, de movilizaciones derivadas de campañas específicas, para las que pueden establecerse mecanismos e instancias de coordinación provisionales que se desactivan después..., hasta la próxima oportunidad en la que nuevas coordenadas y asuntos las vuelvan a generar poco menos que de la nada. Cada oportunidad movilizadora instaura así una verdad comunicacional intensamente vivida, una exaltación en la que la pesadilla de las relaciones de producción, las dependencias familiares y los servilismos estructurales que conforman nuestra vida cotidiana se ha desvanecido por unos momentos o incluso días.
Se genera así, durante el lapso en que la movilización se producem una especie de refugio en que vivir una emancipación en última instancia ilusoria de la gravitación de las clases y los enclasamientos, una victoria momentánea de la realidad como construcción interpersonal sobre lo real como experiencia objetiva del mundo.
Lo que quiero con mi intervención es advertir del peligro de que, en efecto, la gran movilización en marcha estos días devenga un ejemplo de este tipo de grandes convulsiones colectivas inspiradas y orientadas por lo que en la práctica puede ser una mera crítica ética del orden económico y político que padecemos, estructurado vagamente en torno a una no menos vaga denuncia de una entidad abstracta, casi metafísica, que es “el sistema”. En Barcelona hemos conocido varios ejemplos de este tipo de movilización tan potente como efímera, que se han desvanecido en la nada en cuanto los medios de comunicación han dejado de atender el colorista espectáculo que deparaban. Desde luego el movimiento contra la guerra de Irak en el 2003 sería un paradigma de ello, pero también lo serían las movilizaciones estudiantiles contra el plan Bolonia en marzo de 2009, que alcanzaron puntas importantes de dramatismo social, pero que, al cabo de unas semanas de su algidez en el desalojo del rectorado de la Universitat de Barcelona, se extinguieron sin dejar tras de sí otra cosa que un vacio y una inanidad de las que todavía somos víctimas en las universidades catalanas.
Así pues se plantea como urgente la cuestión de qué hacer cuanto la intensidad de la emoción colectiva que nos reúne ahora y aquí se vaya amortiguando y cuando –y no quepa duda de que esto ocurrirá dentro de unos días– los medios de comunicación dejen de considerarnos “interesantes” y los políticos de expresar una cierta simpatía y comprensión ante el malestar que nos congrega esta mañana. Es la discusión política y la imaginación colectiva a las que, estos días y en esta y otras plazas, les corresponde concebir y organizar un camino que convierta este escándalo ante lo que pasa y nos pasa en energía histórica."

sábado, 28 de mayo de 2011

OTRO MUNDO NO ES POSIBLE, ES SEGURO, ESTÁ EN NUESTRAS MANOS



"Otro mundo es posible, y yo digo no, otro mundo no es posible, otro mundo es seguro, otro mundo es seguro y lo que es seguro es el cambio, y el cambio hacia dónde, ah, eso ya depende de lo que hagamos"
José Luis Sampedro

En estos días estamos tratando de dar un giro de timón y cambiar el rumbo de nuestras vidas para no hundirnos en la injusticia, en la marginación, en el desamparo y en la miseria. Nos hemos subido a la sala de mandos para pilotar nuestro destino en aguas revueltas, sin apenas tener conocimientos de navegación, porque siempre habido otros que han marcado el rumbo, pero con la certeza de que está en nuestras manos y sólo en nuestras manos alcanzar aguas tranquilas y no acabar engullidos por el océano. Acabamos de llegar, nos queda mucho por hacer, mucho por aprender y consensuar, mucho trabajo por delante. Pero esa es nuestra ilusión y nuestra fuerza, las ganas de trabajar en el cambio de la hoja de ruta, el saber que el cambio fundamentalmente está en nuestras manos, que somos muchas manos para sacar a flote esta nave, y que si superamos los bandazos de las tormentas que nos encontraremos a lo largo del viaje y somos perseverantes y pacientes otro mundo no será posible sino que será seguro.

domingo, 15 de mayo de 2011














Se han armado con enormes tijeras,
Con gigantescas hachas,
Con afilados cuchillos,
Para cortar y recortar
Cortar y recortar,
Para cortar y recortarnos la vida,
Como figuritas de papel,

Nos ha recortado
La vista para que no veamos
La luz que se esconde más allá de las pantallas
Y los carteles publicitarios
Nos han recortaido
Los oidos, y nos han hecho sordos,
Frente al gemido de la tierra
Que estamos matando
Y al llanto de las mujeres, de los niños y de los hombres
Que sangran su miseria

Han cortado y recortado la verdad,
Y le han sesgado las piernas
Hasta convertirla en mentiras de patas cortas
Han recortado nuestros pasos
Levantando muros de intolerancia
Con bloques de prohibiciones,
Prohibiciones sobre prohibiciones,
Vertederos de prohibiciones podridas y hediondas,
No fumes, no bebas, no jodas,
No fumes, no bebas, no jodas,
Y siempre jodiéndonos

 Cortan y recortan con tijeras llenas
De la errumbre que nace de su codicia y su bilis,
Cortan y recortan la memoria,
Para dejarla calva de recuerdos,
Para que confundamos la diestra con la siniestra,
La legalidad, con la justicia,
La manipulación con el orden,
Y olvidemos de dónde venimos,
A dónde vamos,
Y hasta la madre que nos parió
Cortan y recortan
Manos, piernas, cabezas
Y hasta familias enteras en nombre de su orden ,
Y de su paz, y en nombre de su paz
Siguen haciéndonos la guerra
  
Cortan y recortan
Las vacas, las ubres y su leche
Y nos dan leche cortada, mala leche
Para que se nos agríen las entrañas
Cortan y recortan
El pienso de la carne mansa,
Y así amansan y amansan billetes de paja
Que sólo les sirven para quemar sus ansias
Cortan y recortan los caminos
Y nos conducen ciegos por un tunel oscuro
Que como empieza se acaba,
Cortan y recortan la sonrisa del niño,
Para que crezcan con bocas de buzón,
Siempre abiertas y lineales,
capaces de tragar y tragar toda su mierda,
Y convertirse con los años en un mero objeto
Frio y estático.

Quieren cortarnos, y recortarnos
Cortarnos y recortarnos,
Nos quieren granitos minúsculos en un océano de arena,
Para debilitarnos, para confundirnos,
Para que perdamos la conciencia
De que no somos arena
Somos montaña,
Somos volcán que ruge y que arde,
Capaz de engullir a los que nos cortan y recortan
Y convertirlos en ceniza
Somos marea
Capaz de arrastrarlos y arrojarlos contra las piedras
Somos tormenta
Somos conciencia
Somos tormenta
Somos conciencia
Somos conciencia
Somos conciencia, 
Capaz de hacer temblar la tierra

viernes, 6 de mayo de 2011

MANIFESTEMOS NUESTRA INDIGNACIÓN



Coged el relevo, ¡Indignaos! (Stephane Hessel),
Es sólo el principio de un interesante video que ha montado democraciarealya en Gran Canarias convocando a la movilización del próximo15 de mayo,  acompañado de la canción la cadeneta del grupo cubano Los Aldeanos, cuya letra he considerado oportuno reproducir:


Hay cosas que se nos escapan de las manos,
manos que se nos escapan hacia el rostro,
rostros que tienen dibujado lo inhumano,
humanos que por dentro no son más que monstruos,
monstruos que no tienen sentimientos,
sentimientos que no habitan en las almas,
almas que no encuentran un momento,
momentos de felicidad y calma,
calma que no existe ni en los sueños,
sueños que se pudren en la almohada,
almohadas que solo tienen un dueño,
dueño que solo son dueños de nada,
nada que se encuentra en nuestras mentes,
mentes que ni piensan ni meditan,
corazones que laten pero no sienten,
valores que este mundo necesita,
necesitas entender que si no entiendes,
no tienes que acudir a la violencia,
la violencia de los puños no depende,
basta con usar para mal tu inteligencia,
inteligencia que brilla por su ausencia,
ausencia de la ausencia de complejo,
complejos que están presos en tu esencia,
esencia que se te va por el camino viejo,
siente sin temores,
sabes que te lo mereces,
relájate y regálate el universo que sueñes y recuerda bien que el fuego
por mucho que se haga el ciego,
nunca hubiese sido fuego sin oxígeno y sin leña

No sé porque se fue la fe
quien fue el que la robó del planeta,
avíseme si alguien la ve
la vida es una cadeneta,
si no regresa pensaré que un Dios volando como un cometa,
pero no obstante a eso aquí estaré buscándola entre mil libretas.
Cubano vive y deja vivir
y deja de mentir ya por gusto,
que se nos viene abajo por venir,
que está por venir, vamos a pasar un susto

Hay decisiones que terminan siendo errores,
errores que enriquecen la experiencia,
experiencia que madura a la gente
y gente que no aprende y vuelve a tropezar con la misma piedra,
piedra que en el camino,
caminos oscuros,
oscuro es el pasillo del destino
y destino más allá depende a tu luz en el futuro,
futuros problemas se avecinan,
se avecinan pésimas pruebas y más,
programa ya los objetivos de tu vida
y tu vida no puede ser regida por el dinero,
el dinero genera poder,
el poder genera la corrupción,
la corrupción genera la rebeldía,
la rebeldía la revolución,
revolución desde adentro hacia afuera,
afuera no hay di frustración del corazón,
corazón por cada acción aunque no te entienden,
tu lo que no matas te hace más fuerte,
fuerte, débiles, malos andamos,
andamos y nos encontramos,
nos encontramos con que no somos perfectos,
perfectos, somos perfectos seres humanos,
humanos con inteligencia,
inteligencia que nos ciega
y no medimos consecuencias,
consecuencias que nos frenan,
frenaaa, que la vida en reacción en cadena.

No sé porque se fue la fe
quien fue el que la robó del planeta,
avíseme si alguien la ve
la vida es una cadeneta,
si no regresa pensaré que un Dios volando como un cometa,
pero no obstante a eso aquí estaré buscándola entre mil libretas.
Cubano vive y deja vivir
y deja de mentir ya por gusto,
que se nos viene abajo por venir,
que está por venir, vamos a pasar un susto

Amor que se transforma en guerra,
guerra que se transforma en dolor,
dolor que está matando a esta Tierra,
Tierra que destierra todo tipo de valor,
valor para frenar la delincuencia,
delincuencia que comienza por los tribunales,
tribunales que dictan mucha sentencia,
sentencias que no existen para algunos oficiales,
oficiales que por encima del hombro nos miran,
mira como dejan sobre nuestros hombros,
los escombros de sus moras de mentira,
mentiras de las cuales no me asombró ya.

domingo, 1 de mayo de 2011

El monstruo insaciable del neoliberalismo


Sí, el monstruo insaciable del neoliberalismo  engulle sin piedad trabajadores para convertirlos en desempleados, prestaciones sociales para empobrecer al grueso de la sociedad, expectativas de futuro de los jóvenes para convertirlos en marginados, y ese hambre voraz no se detiene con la crisis, con las penurias de los ciudadanos, sino que por contra, se acrecienta y acrecienta, sin límite hasta la fecha. Los gobiernos por su parte en connivencia con los sindicatos oficiales recortan derechos sociales y flexibilizan el mercado laboral, no para acabar con el problema de la crisis de las clases trabajadoras, como se está demostrando día a día, sino para ensanchar las tripas de este nauseabundo monstruo, cuyas cabezas están ocupadas por empresas y bancos con nombres y apellidos.

Es un buen momento para recordar el artículo titulado "El monstruo que todo lo come" publicado por Vicente Verdú en el diario El País el 22.05.10:


"Todo se lo come, todo se lo traga el muñeco gordo Holle Bolle Gijs. El parque temático más viejo de Europa, Efteling, donde se halla este popular personaje holandés, está dedicado al mundo de los Elfos y los cuentos de hadas. Un mundo mágico, tan insondable como inexplicable o irracional. Muy similar a la abstrusa naturaleza de esta Gran Crisis.

Holle Bolle Gijs, gordísimo y con expresión asustada, abre su gran boca para que los niños echen en ella todos los residuos, basuras y objetos que encuentran alrededor o traigan de casa. Su fama reside en que traga sin límite alguno, tal como se comporta el agujero (¿agujero?) de la economía actual.

El personaje ha logrado popularidad no por lo que realiza, sino precisamente por el vacío que lleva dentro. En una fase, puede parecer que va saciándose, pero pronto su voracidad renace y su capacidad de deglutir no tiene fin. Es decir, más o menos como viene ocurriendo con los cientos de miles de millones de euros o dólares que se disponen para la alimentación del sistema, cuyo estómago, sin embargo, no hace más que sembrar más hambre alrededor.

Hasta ahora mismo, esta crisis económica se consideraba la mayor desde la Segunda Guerra Mundial. Durante el fin de semana pasado, sin embargo, Jean Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo, proclamó que la magnitud del presente desastre nos llevaba hasta el final de la Primera Guerra Mundial.

Salto a salto, retroceso a retroceso, nos vemos siendo sumidos en el fondo de otro fondo y así sucesivamente hasta alcanzar este punto de vértigo en que se habla de una posible caída libre o una suerte de precipitación en el vacío puesto que ni aquí ni allá, ni esto o aquello, sirven como asideros ante el cero total.
No es, además, la economía financiera el elemento exclusivo que vaticina este desplome. Junto a la voracidad con que el Holle Bolle Gijs se traga simbólicamente el dinero, las superdotaciones estatales, las garantías oficiales o las inversiones, especulativas o no, la época se define por su vacío de líderes, ausencia de patrones o estrategias, disipación de valores fuertes, desintegración de los partidos políticos, de la justicia o los gobiernos, veladura de los padres, voladura de la iglesia, vacíos de pensamiento, auge del despido, ausencia creciente en las pérdidas de fisicidad, dentro y fuera de Internet.
El mundo entero parece convertido en la gran boca del muñeco holandés. O de otro modo, tras la plétora forjada en los 15 años anteriores a esta Gran Crisis que culminaron en la globalización total -la plenitud de la totalidad- sucede este giro de lo lleno a lo vacío, del sentido al sinsentido, de la figura a la máxima abstracción.Y no ya la abstracción plástica que se podía ver y tocar, sino a la abstracción de esa abstracción. La última bienal de Sao Paulo exponía un espacio vacío y de esta manera se mostró el museo Pompidou tras haber culminado su reforma. El vacío como exposición y, recíprocamente, el espectador como sujeto del vacío, sujeto al vacío.
Ya en 2004, el Institute of Contemporary Art de Filadelfia llamó a su exposición The big Nothing, (La gran nada) como síntoma de lo que acaso estaba forjándose en el exceso de plenitud. A la saciedad sigue el vómito y al vómito la sensación de haber perdido el sentido central.

Mientras crece el vacío aumentan los objetos atraídos y engullidos por él. Como en el parque de Efteling, la alimentación del sistema son ya pobres detritus: indigentes, parados, pensionistas sin pensión, dependientes sin ayudas, funcionarios sin función.
Una cola de varias horas soportan los turistas que desean visitar, en la actual feria internacional de Sanghai, el pabellón británico del artista y arquitecto de moda, Thomas Heatherwick. ¿Qué encuentran, por fin, en su interior? Vacío, ausencia, nada: exactamente el contenido más cool de nuestra presente sima económica."