lunes, 24 de enero de 2011

HABLANDO CLARO EN TIEMPOS DE CRISIS


Alicia, en su muy recomendable blog "Malicia 64", refiere una reciente entrevista realizada por el programa "Salvados"  a  Julio Anguita y esa me ha dado pie ha rescatar un video reciente de exlíder de Izquierda Unida, un Julio Anguita que durante su época de político activo no resulto ser santo de mi devoción por su pose mesiánica y pseudoprofética, pero que siempre ha vertido verdades y ahora al escucharlo tras  su exilio populista me resulta, incluso,  más clarividente. Tal vez sea que no está en primera línea de fuego...

NOS QUIEREN PINOCHOS


“Aprenderé en la televisión que voy a ser para siempre un hombre que corre, acaso como lo es Pinocho, en los episodios de Luigi Comencini, cuando corre en busca del hada de los cabellos azules por las playas y por los campos con su traje de papel floreado, y su gorro de miga de pan, y sus zapatos de corteza de árbol. En Comencini, tiene el hada de Pinocho un goticismo de pastelería de festivo, una tenebrosidad clara de puntillas, blondas y lazos, y asimismo una convalecencia de mujer que vive encerrada, que la emparientan con la señorita Abisma de la novela Grandes esperanzas, y quizá por eso voy siendo a la vez un poco Pip y un poco Pinocho.

Pinocho en la versión de Comencini, se convierte alternativamente de muñeco en niño y viceversa, y así descubriré lo que tengo de títere, y aprenderé de esa forma que dentro de uno palpita una condición atávica y artesanal, a la que nunca va a poder renunciar. Pinocho va más allá que los detectives y los inspectores de policía, pues es el niño que corre, y esto le hace aun más verdadero que el hombre que corre, porque en un hombre que corre hay siempre un poco de retórica, y en el niño lo que hay es sólo estilo.

Pinocho es el héroe más cierto, porque muere ahorcado en la rama de una encina, y va a ser necesario un hada para resucitarlo. Un héroe no lo es sin sacrificio. Atrapado en un mundo donde todo es mentira, y en el que hasta él es de mentira, a Pinocho no le está permitido mentir, y por eso, porque juega bajo esa desigualdad, es incapaz de salir adelante. Pinocho cuenta la historia de alguien verdadero inmerso en un torbellino de embustes.”

Javier Pérez Andujar, Los príncipes valientes.


Los carroñeros de poder, los que enmascaran su necedad y villanía tras los muros de sus imperios con la complicidad y servilismo de nuestra clase política, esos violadores de la dignidad humana que se pavonean por el mundo administrando cicuta, esos verdugos de nuestra libertad, nos han cosido hilos para dirigir cada uno de nuestros movimientos, y nos quieren convertir en pinochos que deambulen temerosos por un mundo de mentiras, atrapados en el interior de una madeja de embustes, mitad humanos mitad muñecos,  frágiles, inofensivos, expugnables.

domingo, 23 de enero de 2011

SOMBRAS EN LA "HEROICIDAD DE LAS VIRTUDES" DE JUAN PABLO II


La iglesia en España, tengamos o no la condición de creyentes, nos incumbe a todos. En primer lugar porque  se subvenciona con los impuestos de todos los españoles, según  establecen los acuerdos preconstitucionales suscritos a finales de los setenta por el estado español. En segundo lugar porque la Iglesia, o mejor dicho las autoridades de la misma, cuando se manifiesta, opina y critica  lo hace sobre la globalidad y para la globalidad, sea o no creyente, por lo que considero que por la  misma regla de tres la globalidad no creyente se haya plenamente legitimada para cuestionar sus decisiones.

Karol Wojtyla fue sin lugar a dudas un jerarca carismático, más fuera de la iglesia que dentro. Ejerció un populismo desbordante. El “papa viajero” se hizo ver en  los cinco continentes, beso el suelo de innumerables pistas de aterrizaje ,congregó multitudes de todas las razas en un sinfín de países, ¿labor pastoral?. Fue, sin lugar a dudas, el más mediático de todos los papas. Y para engrandecer su “leyenda”  sobrevivió a dos atentados frustrados. Eso para  un cantante de rock o  un político hubiera sido sinónimo de forjar un mito.
Pero el valor “humano”, la “heroicidad de las virtudes”de un líder en cualquier ámbito, incluido el religioso, no se puede medir por los minutos de presencia televisiva, ni por los estadios que llena, ni por las horas de vuelo que acumula.

El pasado 14 de enero Joseph Ratzinger, a quien no olvidemos su antecesor elevó en la jerarquía de la Iglesia y convirtió en su mano derecha, firmó el decreto de la beatificación exprés de  K.W. Un proceso de beatificación de una celeridad casi milagrosa,  que inicia su tramitación casi inmediata tras el fallecimiento de K.W., gracias a la dispensa, concedida por el actual Papa, de la espera de los cinco años de rigor que debieran transcurrir entre el fallecimiento y el comienzo de la causa.

Los milagros que puedan atribuirse a  K.W. podemos o no ponerlos en duda (dicen en la Congragación para la Causa de los Santos que tienen catalogados más de 251). Para que una sanación sea considerada milagrosa se debe certificar por la Comisión Médica del Dicasterio que no tiene explicación científica. Pero de no tener explicación científica a que se atribuya la autoría de esa curación a un tercero fallecido, hay un abismo. No pasa nada, damos por hecho que el atribuir milagros es cuestión de fe más que de ciencia. Y si se los atribuye la propia Iglesia nos quedamos más tranquilos.

Pero luego hay otra una cuestión a considerar que no es tanto de fe, sino de evaluación personal de la vida del aspirante a beato. En junio de 2009 nueve consultores teólogos del Dicasterio dieron su parecer positivo con respecto a la heroicidad de las virtudes de K:W, y así lo confirmó la Congregación para las Causas de los Santos, cuyo prefecto Angelo Amato, también hizo carrera en la Iglesia en tiempos de K.W.
Seguro que se han dedicado muchas horas al estudio y análisis de la  figura del aspirante pero probablemente a la hora de adoptar esta deliberación no se haya tenido en cuenta algunas de las críticas que suscitó su papado tales como restaurar el status quo ante Concilium y negar el diálogo intraeclesiástico,  mantener una postura inflexible frente al papel secundario de la mujer, los medios de control de la natalidad y de prevención de enfermedades de transmisión sexual,  o respecto al celibato del sacerdocio,  reprimir y marginar la Teología de la Liberación,  encubrir   innumerables casos de pederastia, como el de su viejo amigo Marcial.  Maciel, y   devolver a la Iglesia su imagen más anacrónica y conservadora. Aspectos todos ellos que se han debido calibrar de poca relevancia.

K.W. será beatificado seis años después de su muerte, contrastando con los casi 30 años que duró el proceso de Juan XXIII , y es posible que sea canonizado antes que “Il Papa Buono”.
Otros eclesiásticos vinculados con la lucha por los derechos humanos y la libertad de los pueblos han sido condenados al ostracismo por  la jerarquia de la Iglesia. Por enumerar algunos ejemplos los expedientes de canonización de Ita Ford, Enrique Angelelli, Juan José Gerardo, Ignacio Ellacuria, asesinados todos ellos por su defensa de los pueblos oprimidos, están archivados o paralizados. Especialmente sangrante es el caso del monseñor Romero, venerado como santo en Latinoamérica, asesinado mientras decía misa en 1980 por militares salvadoreños, al que a pesar de haber pasado todas las pruebas para la beatificación, se le sigue negando ese “reconocimiento”católico  por razones esencialmente políticas.

Doctores, milagros,  y muchas sombras acapara la Iglesia.


sábado, 15 de enero de 2011

MÁS PUÑETAZOS A LA SANIDAD PÚBLICA


El nuevo gobierno de Catalunya sigue  apostando por la privatización de la sanidad, golpeando más fuerte a la ya debilitada sanidad pública. El nuevo conseller de sanitat, casualmente  expresidente de la patronal sanitaria, Boi Ruiz lo tiene claro, menos inversión en centros públicos y más para los centros privados, que por cierto, ya consumen la mitad del presupuesto sanitario. El gasto público en sanidad en Catalunya, el 6% del PIB,no olvidemos que está muy por debajo de la media de la Unión Europea, incluso de la media del conjunto de España.
No es de ahora el interés de nuestros políticos en impulsar la mercantilización y la gestión empresarial de la asistencia sanitaria. Ya se ha pronunciado la conselleria por un recorte de equipamientos y en un redireccionar servicios a la sanidad privada. Por imprescindible reproduzco parte de un artículo de Nines Maestro referido al robo de la sanidad pública.
“Con el mismo objetivo que en el Reino Unido el Congreso de los Diputados crea en 1990, con mayoría absoluta del PSOE y el apoyo de todos los grupos parlamentarios excepto BNG e IU, crea una Comisión para la reforma del sistema sanitario presidida por el banquero y empresario franquista Abril Martorell. Si bien la potente reacción popular impidió la introducción del copago que el Informe preconizaba, las medidas presupuestarias y organizativas preparatorias de la privatización se fueron introduciendo una tras otra, primero por el INSALUD central y luego por las CC.AA, independientemente del color del partido en el gobierno.
La estrategia que se impuso con carácter general es desmontar el sistema poco a poco, precarizarlo y fragmentarlo para privatizar todo lo rentable e imponer en todos los servicios sanitarios públicos la gestión empresarial; es decir, objetivos de ahorro y rentabilidad económica.
De forma sistemática se ralentizó la inversión en los servicios sanitarios públicos al tiempo que se incrementaba a la práctica totalidad de la población el derecho a la asistencia sanitaria, con la correspondiente masificación y deterioro de la calidad. Poco a poco, se fue desmontando el sistema sanitario desde dentro:
 Se privatizaron servicios de limpieza, cocinas, mantenimiento, lavandería, seguridad, archivo de historias, laboratorio, radiología, etc.  Se introdujo masivamente la precariedad entre los trabajadores de la sanidad.  De forma lenta, pero sistemática se fueron reduciendo plantillas y camas públicas, al tiempo que se extendía la concertación de las intervenciones quirúrgicas con la sanidad privada.
 En los últimos meses asistimos a una intensificación del rumor sordo de declaraciones a favor de introducir el copago por el uso de servicios sanitarios y el copago farmacéutico. Haciendo valer el dicho “al revés te lo digo para que me entiendas”, tras la aprobación por el Congreso de los Diputados en marzo pasado de una propuesta por la cual se rechazaba el copago en esta legislatura, se han multiplicado los informes de “expertos” y las declaraciones de personajes representantes de diferentes sectores a favor del copago.
Antes que nada es preciso aclarar el termino “copago” que, como ocurre con todo lo relacionado con la privatización de la sanidad, responde al objetivo de introducir confusión y enmascarar todo lo posible la verdadera naturaleza del hecho que define. Si se habla de “introducir el copago por parte del usuario” de servicios sanitarios y medicamentos, se deduce que hasta ahora el usuario no pagaba. La falsedad es evidente: el presupuesto de sanidad que se transfiere desde el Estado a las CC.AA. se financia con los impuestos –que salen casi en su totalidad de los bolsillos de los trabajadores [1]- y con las cotizaciones a la Seguridad Social.
Lo que se pretende introducir es que los usuarios de la sanidad pública, paguemos además un ticket moderador por acceder a la consulta de atención primaria, al especialista, a las urgencias, pagar las comidas mientras estemos ingresados, un canon por las ambulancias y, sobre todo, que se elimine la gratuidad de los medicamentos para pensionistas, haciéndoles pagar un % de su precio. La gama de propuestas no se agota ahí; se habla también de establecer una “prima única para mayores de 65 años (o antes)”, establecer una lista de prestaciones básicas gratuitas, y pagar una póliza para poder acceder a las restantes (como en EE.UU.), etc.
Los argumentos actuales hablan de la sostenibilidad del sistema, de dejar aparcada la ideología para buscar el interés general, de lo injusto de que pensionistas con rentas altas obtengan medicamentos gratis, del mal uso de los servicios sanitarios, del aumento desmesurado del gasto sanitario, de los incrementos permanentes de la factura farmacéutica,.. etc, tampoco son muy diferentes.
Lo que ocultan es que imponer el pago directo por el uso los servicios y eliminar la gratuidad de los medicamentos para pensionistas constituye la llave de oro del negocio de la privatización. Aunque la gran mayoría hable del aumento “insostenible” de la factura sanitaria y aproveche la crisis económica para enfatizar el argumento, en publicaciones restringidas se habla de que no es la búsqueda de fondos adicionales - de los que buena parte se iría en burocracia recaudatoria - el objetivo principal. Los que hablan del “imparable” aumento del gasto nada dicen de que este se haya disparado precisamente por las medidas privatizadoras y, sobre todo, en las CC.AA. en las que el proceso de privatización está más avanzado, y que la insuficiencia de recursos y la correspondiente masificación en atención primaria determine incrementos no justificados de la factura farmacéutica.
Las verdaderas razones, inconfesables, van por otros derroteros. En un sector como el sanitario en el que el una pequeña parte de la población (enfermos crónicos, personas mayores y pobres en los que es muy difícil diferencia lo social de los sanitario) consume la mayor parte de los recursos, la gallina de los huevos de oro es “disuadir económicamente” de su utilización a los sectores de población que más necesidades tienen, que más recursos consumen y a los que pagar 2 euros por consulta o el 10% de los medicamentos retrae de su utilización.” Las consecuencias de esta brutal selección de pacientes en función de su rentabilidad para el negocio privado se ocultan por parte de sus impulsores, pero no se ignoran. Estudios realizados en otros países dan cuenta de los graves perjuicios que se ocasiona a la salud, precisamente de grupos que con criterios elementales de salud pública deberían ser, por el contrario, priorizados. Algunas de ellos son: retraso en el diagnóstico de enfermedades, por el abandono de consultas preventivas; agravamiento de las patologías crónicas cuyo control periódico se abandona; incremento en la hospitalización y en el uso de urgencias, con el consiguiente incremento del gasto sanitario; abandono del uso de medicamentos, incluidos los esenciales; degradación de las prestaciones “básicas” incluidas en la póliza pública, que se convertiría en beneficencia para pobres; deterioro de la salud de los sectores de la población con menos recursos.
El largo etcétera que hay que añadir constituye el drama diario al que se tienen que enfrentar los casi 5 millones de parados y al que habrá que añadir el escándalo del copago que afectará sobre todo a los mayores”..
Es una vergüenza la masificación de las consultas, de los servicios de urgencias, las listas de espera para intervenciones, salvo que te corra sangre real o euros a mansalva por las venas, y en general la insuficiencia de recursos invertidos en el sistema sanitario español, del que, eso sí, se están lucrando unas cuantas empresas  privadas, gracias a la complicidad desvergonzada de nuestros políticos. 

jueves, 6 de enero de 2011

DECAPITAR A LOS REYES DEL CONSUMO


Pasó la Navidad de Consumo, esa que nos vende los medios de comunicación, los supermercados y la iluminación extraordinaria de las calles. Pasó como pasa siempre, desde hace muchos años, con más pena que gloria y por donde pasa siempre, por los bolsillos y las cuentas corrientes. Pasó con su cantinela de hipocresía y mercantilismo. Pasó vomitando un nuevo año,  sin hacer borrón y cuenta nueva, arrastrando los saldos del pasado, montando un vergel consumista en mitad de un desierto descorazonador. Y se mantuvo indemne en sus formas de fiestas de consumo tradicional, consumo de cadáveres que se consumen consumiendo. Mercadeo de bolsas agradecidas para niños de bien que se portan bien, regular o mal,  nada importa en este mercadeo masivo para niños de bien que les anula la capacidad de apreciar el valor de los regalos. Niños empachados del cuerno de la abundancia ilusoria. Mercadeo que, sin embargo, no disfrutan  otros muchos, que no gozan de ese estatus de "bienestar", y a cuyos  portales, sea cual fuere su comportamiento, no se aproximarán ni los reyes de oriente ni los de occidente, sino sólo el aliento frío del frío invierno. 
No estaría de más empezar a pensar en eliminar a estos reyezuelos injustos y mercantilistas y nacionalizar el mercado de juguetes, para que sólo así todos los chavales puedan disponer de lo que se merecen y en su justa medida.

YO TAMBIÉN ESTOY EN EL INFIERNO



Releo versos del León Felipe exiliado en México y como él siento que habito en los infiernos, porque el camino de las tinieblas se me antoja más atractivo que el de la luz , y porque rotundamente no vengo a hacer dormir a nadie, aunque sé que muchos traen el sueño ya cogido de tiempo inmemorial  :

"El camino del poeta tiene muchos recodos... Y  yo me encuentro ahora en una vuelta peligrosa por donde acaso han pasado ya los que van más de prisa o los que salieron antes... Lo noto por las huellas y por un ruido lejano de picos y de voces que van dejando como una estela en el silencio y en la sombra.
¡Y  yo no guío a nadie!
Tal vez junto a mí se agita un grupo de hombres tan ciego como yo, que se agarran a mis gritos desesperadamente.
Pero yo no guío a nadie.
Señalo solamente que la Poesía tiene muchas estaciones y jornadas y que en el camino largo...hay túneles oscuros donde el verso es más grito que ritmo... y la canción una tea encendida.
Después de la carrera triunfante de algunos poetas hacia la luz...a mí me parece que yo acabo de descubrir las tinieblas.
Y esto quiere decir aquí  ahora: 
que tal vez haya un género poético nuevo y desconocido que no se ha bautizado aún, y una voz humana que no se ha registrado todavía.
Conocíamos  ya la voz del tiplón,
la del sochantre...
la de los sepultureros medievales
y la del vanidoso cuervo de la  conseja.
Pero todo no se ha descubierto de una sola vez... Y en el mundo hay ahora un ruido que no se había escuchado nunca... y un humo negro y acre de carne chamuscada que se agarra a la garganta del tenor y le hace aullar como a un perro leproso...
La lepra del mundo, la sangre envenenada y el alma resentida cantan con una lengua espesa y con una laringe rota...
Y yo no puedo tener un verso dulce que anestesie el llanto de los niños y mueva suavemente las hamacas como una brisa esclava.
Porque yo no he venido aquí a hacer dormir a nadie.
Además... esa tempestad ¿quién la detiene?

¡Eh, tú, varón confiado que dormitas! Levántate, recoge tus zapatos y prosigue...
Porque yo no he venido aquí a hacer dormir a nadie.

Hacia las cumbres trepan los dioses extenuados, buscando un resplandor.
Y aquí voy yo con ellos,
entre el sudor y el polvo de sus inmensos pies descalzos,
aquí voy yo con ellos,
atropellado y sacudido
pero agarrándome a sus plantas como las pinzas de un insecto,
clavándome en su carne,
hundiéndome en su sangre
como un pulgón,
como una nigua....maldiciendo, blasfemando.

Porque yo no he venido aquí a hacer dormir a nadie:
ni a los niños,
ni a los hombres,
ni a los dioses"

 ¡Yo estoy en el infierno!, León Felipe 

domingo, 2 de enero de 2011

EL DERECHO A UNA VIDA DIGNA

El pasado 24 de diciembre tuvimos la oportunidad de volver a ver en un canal televisivo ese clásico de Berlanga titulado “Plácido”. Critica mordiente de una sociedad marcadamente dividida entre los que tienen y los que no tienen, entre los sólo alcanzan a mirar los escaparates desde la calle y los que miran a la calle protegidos por los mismos escaparates, y crítica contundente a la hipocresía y la doble moral que impera en el seno de la sociedad. Una campaña de navidad que nos recuerda tantas campañas televisivas, que se jactan de sus recaudaciones y convierten las miserias en puros shows por y para la audiencia.
Desearía que no fuera así y que esta película no fuera más que el documento de un tiempo pasado y que nuestro presente y futuro se encontrase muy alejado de esa realidad, pero por el contrario lo que vengo apreciando es que cada vez el presente se acerca más a ese pasado cercano.
En el 2010 se ha incrementado el contingente de gente obligada a vivir de la caridad, de una ayuda oficial (si han tenido la oportunidad), de la familia o de los amigos, y el 2011 parece que nos augura peores perspectivas. Y no es que los recursos,  los dividendos, el dinero  haya menguado vertiginosamente, la cuestión es que se ha concentrado más en menos manos, y los sacrificios económicos se han extendido sobre la totalidad de las manos que no tienen acceso a esas ganancias.
La gravedad de la situación de muchos ciudadanos tal vez conduzca en  el presente año a que seamos testigos de la reproducción actualizada de una de las escenas más impactantes de la filmografía de Buñuel en Viridiana, la de los mendigos adueñándose del salón de los señores, arropados por los coros del Aleluya de Haendel. En cualquier caso hay que seguir luchando para cambiar esa tendencia a la pauperización de los más débiles, y hacerlo con ahinco.
No queremos un mundo de pobres haciendo colas en los comedores sociales o en la puerta de las casas de los ricos mendigando una limosna, queremos un mundo donde todos podamos vivir de un trabajo digno, donde el pastel se reparta equitativamente, donde no se permita la concentración de enormes sumas en pocas manos, porque como dijo Nanterre el derecho de vivir no se mendiga, se toma. En el 2011 no queremos vivir de caridad, queremos vivir con dignidad.

Y termino como termina "Plácido" con el fragmento de un villancico popular:


Madre en lapuerta hay un ninño
Tiritando está de frio
Anda y dile que entre
se calentará
Porque en esta tierra ya no hay caridad
Ni nunca la habido
Ni nunca la habrá