miércoles, 29 de junio de 2011

EIMAΣTE OΛOI EΛΛAΔA, TODOS SOMOS GRECIA

Estos días más que nunca todos somos Grecia, porque no sólo es la soberanía y el futuro de los griegos el que está en juego sino el de una buena parte de los países occidentales, condenados y ajusticiados por la voluntad de los mercados y sus ejecutores:  FMI, Bancos Centrales, Organismos Internacionales, Gobiernos...
La hipocresía y el veneno de este entramado voraz no tiene límites, se nos comen nuestros derechos, nuestro trabajo, nuestro pan, nuestra libertad a pasos agigantados y no podemos permitirlo, frente a su depredación nuestra beligerancia más firme. Como  pueblos soberanos no lo podemos tolerar porque tenemos la razón y somos dueños de nuestros destinos.

La verdad en boca del diputado europeo Danil Cohn en el presente video,


Hay muchas maneras de matar.
Pueden meterte un cuchillo en el vientre.
Quitarte el pan.
No curarte de una enfermedad.
Meterte en una mala vivienda.
Empujarte hasta el suicidio.
Torturarte hasta la muerte por medio del trabajo.
Llevarte a la guerra, etc...
Sólo pocas de estas cosas están prohibidas en nuestro Estado.

'Muchas maneras de matar' Bertolt Brecht

viernes, 24 de junio de 2011

LAS FALACIAS DEL NEOLIBERALISMO

Muy interesante el artículo de Vicenç Navarro que reproduzco literalmente:


"El monopolio del pensamiento económico por parte del neoliberalismo en España es casi absoluto. La falta de diversidad en los medios de información económica y en los medios de mayor difusión (tanto prensa, como radio y televisión) es abrumadora, lo cual explica que posturas claramente ideológicas, sin ninguna base empírica que los apoye, se presentan como verdades científicas sin que exista la oportunidad de cuestionarlas y mostrar su falacia o error. La impermeabilidad del dogma neoliberal a los datos es una de las consecuencias de un dominio casi total en la literatura económica, lo cual les permite sostener tesis altamente cuestionables o ampliamente erróneas sin haber sido sometidas a un escrutinio y debate con posturas críticas de la sabiduría convencional que reproducen.
Una de tales falacias es que la única manera posible de salir de la crisis en la que se encuentra España es a base de las políticas de recortes del gasto público social, reduciendo todavía más su escasamente desarrollado estado del bienestar. De esta manera se están imponiendo unos enormes recortes de tal gasto y del empleo público en el país que tiene el gasto público social (que financia las transferencias públicas –como las pensiones- y los servicios públicos –como la sanidad, la educación, los servicios sociales, las escuelas de infancia, los servicios de ayuda a las personas con dependencia, la vivienda social, entre otros-) más bajo de la UE-15, el grupo de países de la UE con semejante desarrollo económico que el nuestro. Y todo ello justificado con el argumento de que hay que reducir el gasto público social a fin de salir de la crisis. El “gran debate mediático” se centra, pues, en como recortarlo, y ello a pesar de la enorme evidencia que existe de que estas medidas son totalmente contraproducentes, tal como muestra lo que está ocurriendo en Grecia y en Irlanda, donde tales recortes están empeorando espectacularmente la recuperación económica. En realidad, lo que debiera hacerse es la expansión muy marcada de ta gasto público para estimular la economía y la creación de empleo.
EL ERROR ARGUMENTAL DE LA SABIDURÍA CONVENCIONAL
Estos brutales (y no hay otra manera de definirlos) recortes se hacen para disminuir el déficit del Estado asumiendo erróneamente que tal reducción estimulará el crecimiento económico y la creación de empleo. El mecanismo por el cual lo primero (la reducción del déficit) llevará a lo segundo (el crecimiento económico y creación de empleo) es –según las tesis neoliberales- mediante la reducción de los intereses bancarios, es decir, el precio del dinero, lo cual, asumen los economistas neoliberales, facilitará el crédito; es decir los empresarios podrán conseguir más fácilmente dinero de los bancos e invertir más para crear empleo y los ciudadanos podrán también obtener préstamos y consumir bienes y servicios, y con ello estimular la economía creando ocupación. Tales autores también asumen que bajar los intereses quiere decir que el valor de la moneda –el euro, por ejemplo- disminuye y con ello los productos españoles y europeos son más baratos y pueden venderse más fácilmente, aumentando la competitividad de la economía española y de las economías de los países miembros de la Eurozona.
Miremos ahora los datos. Los intereses bancarios han sido muy bajos y, sin embargo, la economía está estancada, es decir, el crecimiento económico es muy bajo. ¿Dónde está la evidencia de que la bajada del déficit del Estado está estimulando la economía? El problema existente hoy en España no es que el déficit sea demasiado alto o que los intereses sean demasiado altos. El problema existente es que no hay suficiente demanda de bienes y servicios porque no existe la capacidad de consumo de la población, resultado de su excesivo endeudamiento (como consecuencia de la disminución de las rentas del trabajo como porcentaje de la renta nacional), causado, en parte, por el enorme crecimiento (9 puntos) del desempleo durante el periodo de crisis (2008-2011) el más elevado de la OCDE. Por otra parte, existe la dificultad de conseguir crédito debido a su falta de disponibilidad, resultado del deseo de los bancos de recapitalizarse, comprando deuda publica. Los bancos reciben dinero del Banco Central Europeo, a unos intereses bajísimos (1%) y con este dinero compran bonos del estado (que les proporcionan unos intereses del 6% al 12% o más).
De ahí que las políticas que tales economistas neoliberales están proponiendo y el gobierno (con el apoyo del PP) están realizando son profundamente erróneas y están provocando mucho dolor. Destruir empleo público quiere decir que, para que no tenga efecto económico, debe crearse en el sector privado un número igual al de empleos públicos destruidos. Pero este sector privado apenas está creando empleo. De ahí que destruir empleo público quiere decir destruir empleo en su conjunto, disminuyendo la demanda.
EL ESTADO NO NECESITA A LOS MERCADOS FINANCIEROS. EN REALIDAD SON LOS MERCADOS FINANCIEROS LOS QUE NECESITAN A LOS ESTADOS Y A SU DEUDA PÚBLICA.
Existe otra falacia que se reproduce en los medios de difusión, de que hay que bajar el déficit porque, en caso contrario, los mercados financieros no prestarán dinero al Estado, al no fiarse de que los estados puedan devolverles el dinero. Pero el Estado puede conseguir dinero a partir de otras medidas. Una de ellas aumentando los impuestos. Si el estado español, en lugar de ingresar una cantidad equivalente al 34% del PIB, ingresara el 52% (como Suecia), el estado español (central, autonómico y municipal) obtendría 200.000 millones de euros más de los que consigue, cantidad más que suficiente para cubrir los déficits del estado (y los enormes déficits de gasto público social de España).
Otra medida de evitar el endeudamiento privado es que el Estado imprima dinero. España ya no puede hacerlo. Es lo que hacen los bancos centrales, como el Federal Reserve Board de EEUU. Pero, resultado del enorme poder de la banca en la Eurozona, el Banco Central Europeo sólo puede imprimir y prestar dinero a la banca privada, no a los estados, algo que es escandaloso y que justificaría una rebelión (incluso a base de masiva desobediencia civil) en contra del excesivo poder de la banca sobre la UE y sobre los estados.
LA FALSEDAD DE QUE VIVIMOS POR ENCIMA DE NUESTRAS POSIBILIDADES

Otro dogma impermeable a los datos es el de que vivimos por encima de nuestras posibilidades. La repetición de esta falsedad es masiva, cuando es muy fácil ver que tal aseveración no es sostenible. España se gasta mucho menos en su estado del bienestar de lo que nos corresponde por el nivel de desarrollo económico que tenemos. El PIB per cápita en España es ya el 94% del PIB per cápita promedio de la UE-15. En cambio, el gasto público social per cápita es sólo el 74% del gasto público social per cápita promedio de la UE-15. Si en lugar del 74% fuera el 94%, tendríamos 66.000 millones de euros más de lo que nos gastamos. El dinero, pues, existe. Lo que ocurre es que el Estado (sea central, autonómico o municipal) no lo recoge. Tal como indiqué en un párrafo anterior, los ingresos al estado español representan una cantidad equivalente al 34% del PIB, el porcentaje más bajo de la UE-15 (cuyo promedio es 44%). Y si miramos quién no paga impuestos, se puede ver por qué el Estado no los recoge. La mayoría de la población que está en nómina paga impuestos a nivel europeo. El trabajador de la manufactura, por ejemplo, paga el 74% de los impuestos que paga su homólogo en Suecia. El 1% de renta superior de España, sin embargo, paga sólo el 20% de lo que paga su homólogo en Suecia. Y ahí está la razón de que el Estado no lo recoja. Las fuerzas conservadoras y neoliberales han tenido una enorme influencia sobre el Estado. Y éste no se atreve a enfrentarse ni a los ricos ni a los poderes fácticos del país, sea la banca, sea la gran patronal. Esta cobardía explica también que a pesar de la enorme transferencia de fondos públicos a la banca (ver mi artículo “Los ricos y la deuda pública” Público 02.06.11) la banca no concede créditos a los pequeños empresarios y a los ciudadanos, retrasando la recuperación económica.
LA SUPUESTA RIGIDEZ DEL MERCADO DE TRABAJO COMO CAUSA DEL DESEMPLEO
Otro dogma neoliberal es que el elevado desempleo en España se debe al excesivo poder de los sindicatos y excesiva protección de los trabajadores que tienen contratos fijos (los llamados insiders), haciendo imposible para los desempleados (a los que se les llama outsiders) conseguir trabajo. Lo que hay que hacer –según los neoliberales- es eliminar los contratos fijos y que el empresario pueda despedir más fácilmente. Se enfatiza, pues, que para crear empleo hay que facilitar que al trabajador se le pueda despedir más fácilmente. La paradoja neoliberal es que la mejor manera de crear empleo es facilitar la destrucción de empleo.
Pero tal teoría ignora elementos esenciales, confundiendo varios hechos. Uno es que la tasa de desempleo es distinta a la tasa de crecimiento de desempleo. Un país como España tiene un elevado desempleo porque no hay suficiente creación de empleo: es decir, no hay suficientes puestos de trabajo. Éste ha sido tradicionalmente el caso español y responde en gran parte al escaso desarrollo de su sector público y, muy en especial, de su estado del bienestar. Si España tuviera, por ejemplo, el porcentaje de la población adulta que tiene Suecia trabajando en los servicios públicos del estado del bienestar, España tendría cinco millones más de puestos de trabajo de los que tiene ahora (una cifra, por cierto, mayor que el número de desempleados en España). En otras palabras, si el estado del bienestar nuestro fuera como el sueco, no habría desempleo en España. Y ello podría pagarse con los 200.000 millones de euros que tendríamos de más si las políticas fiscales fueran como las de Suecia.
La otra tasa, distinta a la tasa de desempleo, es la del crecimiento del desempleo. Y ahí, tal crecimiento en España (de 9 puntos del 2007 al 2009) no tiene nada que ver (repito, nada que ver) con el grado de regulación del mercado ni con el supuestamente excesivo poder de los sindicatos. Los países que, junto con España, han visto crecer más su desempleo, son EEUU e Irlanda (7.2 y 4.7 puntos, respectivamente) que tienen unos mercados de trabajo completamente desregulados. En realidad, Alemania es uno de los países con mercados de trabajo más regulados y con sindicatos más fuertes y su desempleo no sólo no ha aumentado, sino que ha descendido (-1.2 puntos) durante el periodo de crisis (y ello a pesar de haber visto descender espectacularmente su PIB como consecuencia de la recesión mundial que ha afectado mucho a una economía basada en exportaciones). Y el hecho de que no haya aumentado el desempleo se debe a la cogestión de las empresas (con los trabajadores y sindicatos ocupando parte de los consejos de dirección de las empresas), pactando una reducción del tiempo de trabajo en las empresas en lugar de una reducción de los trabajadores.
LOS INDIGNADOS LLEVAN RAZÓN
El pensamiento neoliberal es la ideología de la banca, de la gran patronal y de las rentas superiores. Se presenta como conocimiento científico y se promociona a través de instituciones (tales como Fedea y los gabinetes de estudios de los grandes bancos y cajas de ahorro) patrocinadas por estos poderes fácticos o a través de instituciones públicas como el gabinete de estudios del Banco de España (que actúa más como un lobby de la banca que como lo que debiera ser: una institución pública que regula la banca). Tal ideología se reproduce también en gran parte de los departamentos de economía de las universidades, cuyos miembros consideran su máxima realización académica la publicación de artículos en revistas, financiadas por la banca y/o próximas a ella. Ni que decir que hay muchas y notables excepciones. Pero hoy, la mayoría de la cultura económica académica en España es de orientación neoliberal.
El monopolio que tal ideología tiene en los medios académicos y no académicos diluye el rigor que cualquier debate académico debiera tener. Su promoción tiene poco que ver con la fortaleza científica de sus argumentos (que es muy escasa), sino con el control de las cajas de resonancia e instrumentos de difusión al servicio de los grupos con mayor poder económico y financiero del país. Como bien dijo el economista John Kenneth Galbraith hace ya cincuenta años en EEUU, “la misión de los departamentos de economía de las universidades de EEUU parece ser la de reforzar el dominio de la clase dominante”. Lo mismo podría decirse ahora de España, donde incluso se llega a negar la existencia de tal dominio.
Y el establishment político está totalmente absorbido en esta ideología, una ideología, por cierto, altamente rentable a nivel personal, pues la gran mayoría de los diseñadores de las políticas económicas (Ministros de Economía y Finanzas, Secretarios y Directores Generales, asesores económicos en la Moncloa), independientemente de su coloración política, proceden y/o terminan trabajando para los grupos de poder, promotores del neoliberalismo. Este maridaje del poder financiero y del poder económico con el poder político viola la propia esencia de la democracia, pues supone la captura del Estado por tales grupos de poder. De ahí que haya que agradecer que los indignados se movilicen y agiten para denunciar las enormes insuficiencias de la democracia española, ejerciendo presión para que cambie y mejore. La situación actual, con los enormes costes en sufrimiento que genera, es auténticamente indignante. El movimiento 15-M tiene razón."

miércoles, 22 de junio de 2011

HAY MANIFESTACIONES DE POESÍA EN LAS CALLES


Estos días la calles se han llenado de gentes muy dispares, de gritos, de protestas, de cánticos, de anhelos  y de poesía,  sí especialmente de poesía, reivindicativa, libertaria, de poesía callejera, de poesía canalla, de poesía visceral, de palabras y de versos encadenados a la defensa de la dignidad. 

Fran Serrano en el siguiente poema nos regala una elocuente y hermosa descripción de estas calles que rebosan poesía. Gracias Paco, esperamos impacientes esa antología tuya que también ha de tomar las calles.


HAY POESÍA EN LA CALLE

 (Dedicado al mayo del 2011)

Hay poesía en el grito de humo
de un cigarro y unos labios que esperan, con impaciencia.
Hay poesía en el árbol que nunca se queja
de las cicatrices que dejan los enamorados en su corteza.

¿Y qué tal si te vienes conmigo
y  llevamos a las calles la poesía?

Nos detendremos en la esquina donde el sol calma su sed
en la triste fuente que gotea por más que la arreglen.
Y dos pasos más adelante, regalaremos al niño del corazón triste
globos sin jaulas; jaulas sin pájaros; y flores que están aprendiendo a volar.

Preguntaremos la hora al pequeño buda expuesto
en el escaparate del bazar oriental,
y si no hallamos respuesta
seguiremos caminando, pintando gafas de sol al sol
para que pueda mirarse a sí mismo sin cegarse.

Y al divisar la plaza donde acampan las voces
que nunca se hicieron oír: esas voces que se trenzan
para ser una sola voz: más poderosa que la verdad de los púlpitos,
o la verdad de los escaños, o la verdad de los noticiarios…

Nos sentaremos a escuchar lo que nadie dice
y todos piensan. Nos sentaremos en las hamacas
que ya nadie usa, para tejer palabras inacabables,
como bufandas de amistad, o canciones desafinadas, pero sentidas…

¿Y qué tal si nos unimos a la ilusión
de no conseguir nada, pero sentirnos felices
por el intento?

¿Y qué tal si por unir fantasía, poesía, y amor…
llegamos a conseguir que la ilusión
nos devuelva las ganas de querer alcanzar
lo imposible?

Mayo siempre fue el mes de la utopía.
¿Y qué tal si sacamos la poesía a las calles?
Y nos tratamos mirándonos a los ojos
como fusiles que se quedaron sin balas;
y nos unimos como un ejército sin uniforme,
con un arsenal de canciones, con bombas de pétalos,
con trincheras de poemas y libros,
con guerrillas de sentimientos…
Hay algo más poderoso que la vida
que es el amor.
Hay algo más poderoso que la guerra,
que es la poesía.
Hay algo más poderoso que la muerte
que es la inteligencia.

¿Y qué tal si unimos amor, poesía, e inteligencia
para vencer y exterminar la última batalla?
¿Y qué tal si por unir fantasía, poesía, y amor…
llegamos a conseguir que la ilusión
nos devuelva las ganas de querer alcanzar
lo imposible?

domingo, 19 de junio de 2011

LA RAZÓN FRENTE A LA VIOLENCIA DE POLÍTICOS Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN



Políticos y medios de comunicación al servicio de los mismos intereses económicos vienen empeñados desde que comenzaran las movilizaciones del 15 M en poner palos a las ruedas del movimiento.
Previo a las manifestaciones, extendidas por todo el estado, del 15 M trataron de ignorar lo que en la red se venía fraguando como un clamor popular frente a la situación de desamparo   de la ciudadanía derivada de la codicia desmedida del sistema económico y financiero imperante.

Residual fue el seguimiento en los medios de comunicación de la protesta. En las pocas líneas que dedicaron dichos medios ya hubo muchos que trataron de asociar al movimiento con  la extrema izquierda y los antisistema (considerando el uso tendencioso que de este término se viene efectuando). Pero, en contra de sus deseos, se generó un efecto llamada que se tradujo en las acampadas populares instaladas en plazas de un ingente número de ciudades del estado español. Luego siguieron atacando con la ilegalidad de ocupar dichos espacios, con que si se trataba de perros flauta, con que si se degradaba el entorno y la economía de los comercios, y , a pesar de su bombardeo desinformartivo, los apoyos en las plaza fueron creciendo.

No dudaron en emplear la fuerza policial en lugares como plaza de Catalunya, en Barcelona, y los aledaños del Parlament de Valencia, para limpiar la calle de lo que les molestaba, que no es la presunta presencia de “perros flauta” o de “antisitemas”, sino de una protesta con cara, ojos y argumentos. Lo que pretenden desalojar y acallar es el grito de indignación de una población a la que desde hace tiempo se la viene engañando, robando y ultrajando. Lo que pretenden acallar es la razón de los indignados.

Cuando una parte de la población catalana se planta junto al Parlament, se blindan los accesos para evitar que se escuche la voz de la indignación popular. Los políticos dicen sentirse acosados y hacen el gran papelon de indignarse de los indignados.La actitud beligerante de unos pocos (presuntamente ciudadanos indignados) , se generaliza a la totalidad. Es la escusa que precisan editoriales y políticos para criminalizar un movimiento ejemplarmente pacífico. Se ha traspasado la línea roja, dice, y  usaran la fuerza en defensa de su democracia institucional.

Políticos y sistema económico vienen traspasando la línea roja de los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos desde hace tiempo, con la corrupción, con los recortes, con la manipulación, con la especulación. ¿Dónde radica la legitimidad de los políticos para aprobar medidas que no estaban contempladas en los programas electorales, fundamento de su resultado electoral y de su representatividad institucional? ¿Acaso resulta ilegítimo que el ciudadano reivindique pronunciarse frente a dichas medidas, a través de referedums o de otros mecanismos de participación popular en la toma de decisiones de semejante calibre?

Violentos son los que han generado 5 millones de parados, violentos son los que recortan la sanidad pública, la educación y las pensiones, es violento nacionalizar las pérdidas y privatizar los beneficios, violentos son los medios que comunicación que a sabiendas faltan a la verdad en interés de sus dueños, violentas son las agencias de calificación que especulan con la deuda pública y privada y hacen quebrar familias y estados, violentos son los bancos que desahucian, violentos son los organismos que rescatan para hundirte más en la miseria.  

Hoy toca una nueva jornada de protesta en defensa de nuestros derechos, frente al Pacto del Euro, frente a los recortes , frente a la crisis, frente a su violencia nuestra indignación y nuestra lucha pacífica.

sábado, 18 de junio de 2011

lunes, 13 de junio de 2011

EL 19 DE JUNIO CONTRA EL PACTO DEL EURO, VUELVE A LA CALLE


La Unión Europea se apresura para hundirnos más y más en la misera, frente a su despotismo salvaje , sólo puede alzarse un grito, NO:
NO a la bajada de salarios, ni a su vinculación a la productividad
NO  a la descentralización de la negociación de convenios colectivos
NO a la reducción del gasto público relacionado con educación, sanidad, cultura y servicios sociales
NO a la reducción de las cotizaciones sociales
NO al incremento de los impuestos indirectos que gravan fundamentalmente las rentas más bajas
NO al aumento de la edad de jubilación y a la privatización del sistema de pensiones
NO a las ventjas fiscales dirigidas a las rentas más altas
NO a la desmantelación del Estado de Bienestar,
NO AL PACTO EUROPEO
Porque el derecho a una vida digna, como dijo Nanterre, no se mendiga, se toma, el 19 de junio toma la calle en defensa de tus derechos y tu dignidad.


"El punto de partida del que parte (que para hacer frente a la deuda que atenaza a Europa es preciso aumentar la competitividad de las economías nacionales y que eso solo se puede conseguir reduciendo el coste del trabajo) es doblemente falso.
Por un lado es falso porque  la deuda que está provocando problemas gravísimos a muchos gobiernos europeos y a las empresas y familias no se ha originado porque las economías europeas sean poco o muy competitivas. La deuda pública generada en los dos últimos años es consecuencia de que los gobiernos han debido afrontar la crisis financiera que han causado la banca internacional y los grandes fondos especulativos. Y la deuda privada es el efecto de la pérdida de ingresos producida por las políticas, como las que ahora se vuelven a proponer, de reducción salarial que se han aplicado en los últimos años. Así lo demuestra el que la crisis y la deuda hayan afectado a países y economías con muy desigual nivel de competitividad.
Y es falso también porque no es verdad, como hemos comentado, que la causa de la deuda sean los salarios excesivos o que se pueda alcanzar más productividad disminuyéndolos.
Por lo tanto, el Pacto de Euro es una colosal estafa concebida solo para favorecer los beneficios de la banca y de las grandes empresas porque diciendo que trata de luchar contra la deuda lo que provocará con el tipo de medidas que propone será que haya menos empleo, menos ingresos salariales y de pequeñas y medianas empresas y, por tanto, que la deuda aumente en realidad aún más en el futuro. ¡Que es justamente lo que le interesa y pretende la banca! porque no hay que olvidar que el negocio que le proporciona beneficio y poder es precisamente la generación de deuda.
La lucha contra la deuda de los líderes europeos es solo aparente. Es falsa. La verdadera causa del incremento brutal de la deuda en Europa ha sido la pérdida de peso de las rentas salariales de los últimos años y de la recaudación impositiva que han producido las políticas que vienen defendiendo. Lo que el Pacto del Euro dice que es luchar contra la deuda es, en realidad, una lucha contra el gasto público destinado a suministrar bienes y servicios sociales a la población de ingresos más bajos para justificar de esa forma su conversión en negocio privado mediante las privatizaciones que propone. Buena prueba de ello es que el Pacto de Euro no haga mención alguna del gasto público dedicado a subvencionar a los grandes grupos empresariales, a la banca o a la industria militar a la hora de ahorrar dinero público. Si de verdad quisiera reducir el gasto improductivo ¿cómo es que no propone reducir este último?
Y el Pacto del Euro no solo es una estafa por lo que dice sino también por lo que calla, es decir, porque no aborda los verdaderos problemas de la economía y la sociedad europeas: nada se hace para garantizar que el sistema bancario funcione y vuelva a financiar a empresas y consumidores; nada se propone para frenar a los especuladores que son los que realmente provocaron la crisis y los que ahora se hacen de oro gracias a las emisiones de deuda; guarda silencio sobre el incremento espectacular de las desigualdades, o sobre el uso criminal de los paraísos fiscales dentro del propio territorio europeo…, por citar solo algunos.
El Pacto del Euro, en fin, es un engaño para ocultar que el problema radica en la propia constitución de la unión monetaria sobre bases técnicamente erróneas, antisociales  y solo favorables para el gran capital empresarial y bancario.
Europa es cada vez más necesaria pero su constitución monetaria y política se acerca más al diseño de una dictadura que al de una democracia real y por eso las mujeres y los hombres decentes que aspiran a vivir en un mundo justo, respetuoso con la naturaleza y en paz con los seres humanos, debemos oponernos con fuerza a este nuevo intento del Pacto del Euro dedicado a someter a las personas a la única razón del beneficio privado."
Juan Torres López y Alberto Garzón