El consejero de la Generalitat responsable de la sanidad pública catalana, Boi Ruiz, defendió ayer que la salud "es un bien privado que depende de cada ciudadano y no del Estado". Ruiz señaló a los pacientes como culpables de su mal estado de salud -ya sea debido a la genética o a sus hábitos personales- en su defensa de los recortes que lleva a cabo su departamento, de casi 1.000 millones de euros (el 10% del presupuesto), que han obligado a cerrar ambulatorios, ambulancias y servicios hospitalarios. En una entrevista para la agencia Efe, Ruiz afirmó que "la salud depende de uno mismo" y que "no hay un derecho a la salud, porque esta depende del código genético de la persona, de sus antecedentes familiares y de sus hábitos".
Pronto nos dirá que cualquier enfermedad tiene un origen psicosomático, o que en lugar de gastar en análisis de orina nos la bebamos por su efecto terapeútico, y a lo mejor en sintonía con la consellería de interior nos mandan a los mossos para que velen por el buen uso que hagamos de nuestra salud y el orden.
Que este impresentable continúe en el cargo, es tanto o más aberrante que el propio tipejo, y manifiestamente muy nocivo para la salud de los ciudadanos de Cataluña