Aguita fresca, cerveza, manzanilla...

Aguita fresca, cerveza, manzanilla...

Frisos de cofrades con esmaltes de cera,

colgaduras en los balcones con medias de rejilla,

perros escupiendo el calor de las aceras,

jirones de fe aireada al viento,

manifestaciones de romanos, 

temporeros en precario,

rosarios de costaleros a tiempo parcial, 

cadáveres de penitentes en barcazas

cargando la condena piadosa de su miseria,

el sudor en el cogote de las mantillas

que custodian, obedientes, las peinetas,

señores de cuello estrangulado

y zapatos embriagados de betún,

moldeados de domingo para las señoras

rugir de tambores de hojalata

al paso del tiempo,

no hay tregua para la inocencia,

sólo crucifixión popular

entre la marea de cabezas,

asoman los capirotes como puntas de lanza 

que llagan las miradas devotas,

aguita fresca, cerveza, manzanilla...

alfileres en los umbrales de las tabernas

las barras de los bares exahustas,

devoción de lleno a  reventar

arena sobre el manto de las imágenes

y en la piel cuarteada de los bañistas,

ubres, tetas e implantes llorando

el pringoso protector solar,

desde los balcones, 

conchas y medusas se arrojan 

a las sirenas que danzan bajo palio

el politono de la rompiente del mar

hay negros en la plaza que esperan sus migajas,

 ropa tendida enjuagando sus lágrimas

y un aire mohío anunciando borrascas

Aguita fresca, cerveza, manzanilla...