jueves, 6 de enero de 2011

YO TAMBIÉN ESTOY EN EL INFIERNO



Releo versos del León Felipe exiliado en México y como él siento que habito en los infiernos, porque el camino de las tinieblas se me antoja más atractivo que el de la luz , y porque rotundamente no vengo a hacer dormir a nadie, aunque sé que muchos traen el sueño ya cogido de tiempo inmemorial  :

"El camino del poeta tiene muchos recodos... Y  yo me encuentro ahora en una vuelta peligrosa por donde acaso han pasado ya los que van más de prisa o los que salieron antes... Lo noto por las huellas y por un ruido lejano de picos y de voces que van dejando como una estela en el silencio y en la sombra.
¡Y  yo no guío a nadie!
Tal vez junto a mí se agita un grupo de hombres tan ciego como yo, que se agarran a mis gritos desesperadamente.
Pero yo no guío a nadie.
Señalo solamente que la Poesía tiene muchas estaciones y jornadas y que en el camino largo...hay túneles oscuros donde el verso es más grito que ritmo... y la canción una tea encendida.
Después de la carrera triunfante de algunos poetas hacia la luz...a mí me parece que yo acabo de descubrir las tinieblas.
Y esto quiere decir aquí  ahora: 
que tal vez haya un género poético nuevo y desconocido que no se ha bautizado aún, y una voz humana que no se ha registrado todavía.
Conocíamos  ya la voz del tiplón,
la del sochantre...
la de los sepultureros medievales
y la del vanidoso cuervo de la  conseja.
Pero todo no se ha descubierto de una sola vez... Y en el mundo hay ahora un ruido que no se había escuchado nunca... y un humo negro y acre de carne chamuscada que se agarra a la garganta del tenor y le hace aullar como a un perro leproso...
La lepra del mundo, la sangre envenenada y el alma resentida cantan con una lengua espesa y con una laringe rota...
Y yo no puedo tener un verso dulce que anestesie el llanto de los niños y mueva suavemente las hamacas como una brisa esclava.
Porque yo no he venido aquí a hacer dormir a nadie.
Además... esa tempestad ¿quién la detiene?

¡Eh, tú, varón confiado que dormitas! Levántate, recoge tus zapatos y prosigue...
Porque yo no he venido aquí a hacer dormir a nadie.

Hacia las cumbres trepan los dioses extenuados, buscando un resplandor.
Y aquí voy yo con ellos,
entre el sudor y el polvo de sus inmensos pies descalzos,
aquí voy yo con ellos,
atropellado y sacudido
pero agarrándome a sus plantas como las pinzas de un insecto,
clavándome en su carne,
hundiéndome en su sangre
como un pulgón,
como una nigua....maldiciendo, blasfemando.

Porque yo no he venido aquí a hacer dormir a nadie:
ni a los niños,
ni a los hombres,
ni a los dioses"

 ¡Yo estoy en el infierno!, León Felipe 

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