domingo, 3 de abril de 2011

EL HOMBRE BURBUJA


En una pompa de jabón
gravita el hombre burbuja.
Se encoge y se estira,
se estira y se encoge,
como una erección intermitente,
el hombre burbuja

Respira viciado
el aire hermético de su burbuja,
Se alimenta de su mugre,
sacia su sed
con los residuos de su sudor,
el hombre burbuja.

El hombre burbuja no avanza,
vacila, 
resbala,
voltea y voltea,
con su inercia
como las aspas del molino,
así navega el hombre burbuja.

El hombre burbuja es narcisista y onanista,
guarda celoso su perímetro
y virgen su intimidad,
la felicidad es su confinamiento,
el placer, su aislamiento.

El hombre burbuja,
no corre, no salta,
no escucha más que su voz
ni ve más allá del reflejo de su imagen distorsionada,
en el cristal de su burbuja.

El hombre burbuja,
ama su burbuja,
sueña en su burbuja.
Nada le importa,
la vida fuera de su  burbuja.

Él es el superhombre burbuja,
principio y fin de la creación,
omnipresente,
todopoderoso,
aunque viva, eso sí,
protegido por un frágil cascarón

1 comentario:

  1. qué jaulita más limpita la pompita ermitaña autogestionada por el retrato de un hombre gris. lástima que no proteja ni de las propias uñas y albergue tanto miedo derramándose por un precipicio irracional y siempre desconocido. 'ta prontus, Mag. abrazoo!

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