miércoles, 7 de abril de 2010

RISA Y RABIA

"¿Es lícito reírse del paro? ¿Están las cosas como para hacer de la búsqueda de empleo una situación cómica? ¿Podemos convertir hoy al parado (o a la parada) en el blanco de una parodia de mejor o peor gusto, como han hecho tantas veces el teatro, el cine o la novela con los náufragos del sistema social? El hambre de Arlecchino saciándose con una mosca, la pasión del vejete Arnolphe por la jovencísima Agnès, la miseria de los mendigos administrados por el señor Peachum, la estupidez de Ivone, princesa de Borgoña, los cuernos de don Friolera, la eterna precariedad de Charlot, ¿nos autorizan a incluir a las víctimas del horror económico provocado por esta extraña dictadura que nos gobierna desde su inaccesible castillo en la galería interminable de personajes risibles? Parece ser que Beckett, cuando montó en Berlín su Fin de partida, decía a los actores: «Tenemos que arrancar a los espectadores todas las carcajadas que podamos... de esta cosa atroz.» ¿Qué paradójica catarsis aspiraba a lograr el maestro irlandés? Quizás, para contestar a estas preguntas, deberíamos antes averiguar qué es la risa, de qué nos reímos, por qué nos hace reír la desventura ajena. Porque es posible que la risa, más a menudo de lo que creemos, sea el último reducto de la compasión. O de la rabia". 
 José Sanchis Sinisterra (dramaturgo)

1 comentario:

  1. Ahí estamos dando por saco con nuestros la política hipóscrita

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